martes, 16 de agosto de 2011

Sabes?...


¿Sabes?
Quisiera tomar tu corazón entre mis manos y convertirlo en arte. Más eso es imposible, es loca osadía…pues tu corazón ya es una obra de arte, la más perfecta creación divina.

Tal vez querría mirarte a los ojos desde ninguna distancia y decir cuanto TE AMO con una simple mirada. Quisiera perderme en tu pecho, acariciar tu cabello y dejar que sean mis manos las que te digan TE QUIERO. Seducir, segundo a segundo tu tiempo, ser constante memoria en tu memoria y dulce recuerdo en tu recuerdo. Quisiera enamorar tus pensamientos y recorrer con mis dedos tu espacio. Ser rayo tenue de luz entre tus cabellos y ser labio tibio y dulce sobre tus labios. Ser la estrella que ilumina y da brillo a tus noches oscuras.
Ser mar de serenidad y paz que danza tranquilo sobre tu oleaje…
Querría convertirme en viento para llevar palabras que lleguen a tus oídos y te estremezcan el alma…
Quisiera ser el sueño que un día soñaste y el anhelo que ni siquiera te atreves a desear. Quisiera ser mirada, fuerte, dulce y profunda que atraviese la tuya, caricia penetrante que recorra tu rostro, que dibuje y grabe tus ojos, que sonroje tus mejillas…
Quisiera ser la noche que cubre tu cuerpo y vigila suavemente tus sueños y ser susurro grave en la soledad de tu silencio…
Quisiera conquistarte paso a paso y ser la princesa de tu reino. Amarte como nadie te ha amado, ser tu mejor recuerdo en tiempos de nostalgia, la más tierna memoria en épocas cuando se siente que la vida no vale nada…
¿Sabes?
Quisiera hacer mías tus mejillas y al final del día componer la más bella de las melodías con nuestras voces unidas en cualquier oscuridad sin nombre. Contarte historias que nadie jamás te ha contado y enseñarte a hablar con los silencios profundos del alma.
¿Sabes?
Quisiera enamorarte despacio…tanto como le toma a la tarde marchitarse cuando vuelve para abrazar el ocaso. Quisiera convertirme en la orilla que separa tus mañanas de mis noches, y acariciarte como el mar acaricia a la playa, la brisa a la palma, la princesa su broche, la eterna luna su noche.
Quisiera robar tu alma con mis ojos y mis manos en la luna llena, ser ave que vuela junto a ti en tus más alocados sueños…Quisiera confundir mi alma con tu alma y desvelarte secretos máximos que solo ella conoce.
Llamarte suavemente por tu nombre, sin despedazarlo ni convertirlo en lo que deseo que seas, sino descubriendo lo que detrás de él se esconde.
Quisiera hablarte de amor en las noches frías, tristes y largas. Desvelarte los secretos del silencio, la soledad y las pausas. Contarte por los desiertos que estuve mucho antes de que llegaras…y relatarte lo que se siente y aprende cuando se vive en las dunas de soledad lejanas y amargas. Quisiera enseñarte a hablar con el pensamiento en lugar de decir en alto cualquier palabra.
Quisiera ser rayo de sol que furtivamente entra por tu ventana…fría gota de rocío que se posa en los pétalos de la suave rosa que te regala su sonrisa cada amanecer
Yo no quiero seguirte si no me llamas. Soy así, porque cuando te hablo y no respondes soy capaz de marcharme sin volver atrás la mirada, para esconder así mis lágrimas…

¿Sabes?
Quisiera tomar tu corazón, acariciarlo con sentimientos de seda, recorrer tu rostro con mis manos y dejar que se pierdan en tu cabello, que sean ellas las que te digan una y mil veces cuanto TE QUIERO.
Quisiera ser el aire que respiras y situarte más allá del vano deseo.
Quisiera amarte como nunca he amado y fundir la mañana en la que tú creces y la tarde en la que yo muero.

Quisiera ser ese beso enamorado, que tus labios sueñan regalar
Y esas palabras de amor que solo tu alma sabrá a quién alegrar…
¿Sabes?
Quisiera ser la princesa que conquistase tu lejano reino…

No hay comentarios:

Publicar un comentario